Nadie espera que su hijo venga al mundo con una enfermedad en el corazón. Pero lo cierto es que algunos les pasa. Aunque lo que hasta hace unas décadas era sinónimo de una muerte segura (las operaciones de corazón en niños no comenzaron hasta los años setenta), ahora puede suponer una lesión con la que, tras una intervención quirúrgica, se puede llevar una vida bastante o totalmente normal. Los números se mantienen más o menos estables y uno de cada cien bebés nace con una cardiopatía congénita (malformación en el corazón durante el embarazo), alrededor de diez pequeños al día en España. Por lo que en Navarra, la cifra asciende a los 50 casos al año (de los cerca de 5.000 que nacen ahora, tras el descenso de la natalidad). Aunque la supervivencia en la mayoría de los casos alcanza el 95%, este tipo de malformaciones continúan siendo la primera causa de muerte en recién nacidos. Así lo explica la cardióloga infantil Patricia Martínez Olorón, del Hospital Universitario de Navarra, con motivo del ‘Día internacional de las cardiopatías’, que se celebra este martes. La asociación ‘Pequeña guerrera’, de familias con niños o adultos con cardiopatías organiza una jornada informativa en Pamplona. Ese mismo día, varios ayuntamientos se teñirán de rojo como homenaje.